El mantenimiento de tu PC (parte 4)
Cómo limpiar el monitor
El polvo, salpicaduras y huellas ensucian las pantallas de los equipos informáticos con el paso del tiempo. Sin embargo, es bastante sencillo dejarlas limpias.
Eso sí, prestaremos especial atención al líquido empleado en su limpieza: nada de limpiacristales o alcohol, ya que pueden dañar las protecciones antirreflejos de los paneles.
Lo mejor es no complicarse con kits de limpieza y emplear un paño humedecido con líquido para limpiar pantallas.
Con el líquido limpiador listo, ya podemos limpiar el monitor, independientemente del tipo de panel o de acabados mates o brillantes.
Primero lo desenchufamos de la corriente. En caso de ser un portátil, desconectaremos el equipo. Humedecemos un paño de microfibra con el líquido limpiador. Es importante que no apliquemos el líquido directamente en la pantalla.
Frotamos suavemente en círculos, tanto el panel como el marco, de modo que no se marquen las pasadas. El alcohol y el deshumectante evaporan el agua rápidamente para que no queden restos.
Entre las teclas y bajo ellas encontramos polvo, comida, líquidos y otras partículas que pueden provocar que este no funcione correctamente al pulsar ciertas teclas.
Para limpiar un teclado, lo primero que haremos será desconectar el cable - si es que lo tiene - que lo conecta al ordenador. Si se trata de un portátil, lo apagaremos y desconectaremos de la corriente eléctrica. En el caso de que emplee un puerto PS/2, tendremos que desconectar el teclado con el equipo apagado.
A continuación, lo ponemos boca abajo y lo sacudimos suavemente para intentar que salga la suciedad. Para retirar los restos situados entre las teclas que no han salido tras ponerlo boca bajo, emplearemos un spray de aire comprimido. Otra alternativa es usar un aspirador, eso sí, teniendo cuidado con la potencia de succión y el estado de las teclas.
Una vez hemos retirado la suciedad incrustada, limpiaremos la superficie de las teclas de la grasilla de los dedos y otras sustancias. Para ello, humedeceremos un paño de algodón y bastoncillos para los oídos con el líquido limpiador, frotando suavemente las teclas y las divisiones entre ellas. Es importante no verter el líquido de limpieza directamente sobre el teclado.
Cuando el teclado esté limpio y seco, volveremos a conectarlo al ordenador.
En el mercado existen dos tipos de ratones, los de tipo óptico y los mecánicos. Cada uno se limpia esencialmente de la misma forma, si bien los mecánicos requieren algo más de dedicación al contar con partes móviles.
En el caso de los ratones ópticos no es necesaria una limpieza interna ya que carecen de partes móviles, si bien su desplazamiento puede deteriorarse con el paso del tiempo a causa del almacenamiento de polvo en el emisor de luz.
Los ratones mecánicos son especialmente sensibles al polvo y partículas, acumulándolas en su interior y dificultando de esta forma su desplazamiento.
Para limpiar el ratón lo primero que haremos será desconectarlo del equipo, en el caso de que tenga cable. Si cuenta con un puerto PS/2, primero apagaremos el ordenador. Si se trata de un ratón inalámbrico, extraeremos las pilas.
A continuación, humedeceremos un paño limpio con el líquido limpiador o, en su defecto, alcohol isopropílico, y limpiamos el exterior. Como sucedía con el teclado, tendremos cuidado de no introducir líquidos en su interior.
Si nuestro ratón es mecánico, retira la bola extrayendo primero su tope, girando en el sentido de las agujas del reloj, de modo que podamos limpiar tanto el interior como la bola con el mismo paño o un papel seco.
Cuando esté completamente seco, volveremos a montar las piezas y lo conectaremos al equipo. En caso de que sea un ratón con puerto PS/2, lo haremos con el ordenador apagado.
Comentarios
Publicar un comentario